El autismo es un desorden neurológico que afecta cómo la persona procesa información. Por lo tanto esto resulta en problemas de comunicación, socialización y comportamiento.
El cerebro de una persona neurotípica procesa un 80% de la información dentro del sistema nervioso de manera inconsciente. En el caso de un autista la mayor parte de éste procesa la información de manera consciente, lo que requiere de una gran cantidad de energía cognitiva; ésta es una de las causas por las que el sistema nervioso se “sobrecarga”.
El sistema nervioso de la persona con autismo es frágil debido a múltiples factores:
· problemas de integración sensorial
· deficiencias nutricionales
· efectos secundarios de medicamentos
· patrones de sueño inestables
· desórdenes gastrointestinales
· pobre regulación de emociones.
Si a este sistema nervioso -que de por sí es frágil- le añadimos las demandas del diario vivir, se va a cargar tanto que a la más mínima irritación la persona va a estallar y va a tener un "tantrum" o pataleta (lo que conocemos como “capricho”).
Que es la integración sensorial? Cada sentido (tacto, gusto, olfato, oído, vista) nos provee información sobre el medioambiente que nos rodea. El cerebro posee la función de la integración sensorial, que es la organización de toda la información que entra por nuestros sentidos: nos da un entendimiento de lo que nos rodea y nos permite formular la respuesta adecuada a los estímulos del medioambiente. Cuando una persona presenta problemas de integración sensorial su sistema nervioso está en un estado de “desequilibrio”, lo que causa una gran dificultad en adaptar el comportamiento a las demandas de ese medioambiente.
Algunas señales de una pobre integración sensorial son:
· Hipersensitividad al tacto, a la luz, al ruido, a los olores; o ninguna reacción a estos estímulos
· Hiperactividad o falta de actividad
· Problemas de aprendizaje
· Problemas de coordinación
· Pobre tono muscular
Algunos comportamientos relacionados a los problemas de integración sensorial:
· Se distrae con facilidad
· Impulsividad
· Sobreestimulación
· Rabietas
· Conductas desafiantes
Existen tres sistemas esenciales que nos ayudan a mantenernos conectados con nuestros cuerpos:
Sistema Táctil: El sentido del tacto viene de receptores en nuestra piel y en nuestros órganos. Detecta cambios en temperatura, presión y el dolor. Es muy importante para sobrevivir. Nos ayuda a discriminar por texturas, formas y superficies.
Sistema Vestibular: Está formado por órganos sensoriales localizados en el oído interno. Nos da balance, gravedad, movimiento y dirección espacial. Coordina el movimiento de la cabeza y los ojos. Este sentido es esencial para mantener el tono muscular, coordinar los dos lados del cuerpo y mantener la cabeza derecha contra la gravedad.
Sistema Propioceptivo: Está formado por receptores en los músculos, coyunturas y ligamentos. Subconscientemente nos indica dónde está localizada cada parte del cuerpo. Hace posible guiar hábilmente los movimientos de brazos o piernas sin tener que observar cada una de las acciones implicadas en estos movimientos. Permite correr, caminar, trepar y hacer todo tipo de movimientos.
Tipos de problemas sensoriales:
· Percepción fragmentada: Se procesa la información en pedazos (sólo se escucha un par de palabras en una oración, sólo puede ver una parte a la vez -por ejemplo cuando ve una cara, sólo puede ver la boca o la nariz a la vez-
· Problemas de percepción: Doble visión, distorsiones en profundidad y en posición espacial, problemas percibiendo las partes del cuerpo
· Agudeza extrema de sentidos: Puede ver partículas en el aire, puede escuchar frecuencias que otros no (como la respiración de otros, etc.), puede sentir ondas electromagnéticas de enseres eléctricos (heladeras y hornos microondas), puede detectar olores que otros no
· Monoprocesamiento: Sólo puede procesar un sentido a la vez
La hipersensitividad o la hiposensitividad a estímulos puede variar con el tiempo y con los cambios de ambiente. La persona puede reaccionar con extrema ansiedad un día a un estímulo, y al otro día puede mostrar ninguna reacción. Una persona hipersensitiva se agita fácilmente en presencia de un estímulo y tiende a escapar para huir de ese estímulo. Una persona hiposensitiva no reacciona ante los estímulos y por eso es que constantemente actúa para conseguir ese estímulo.
Muchas gracias a Frances por el post original en Videotecautista.
3 comentarios:
Tremendo post....gracias a tí y a Frances.
Muy interesante, njos ayuda a comprender ciertos comportamientos
saluditosss desde gran canaria
Gracias Pablo y Yoly por el apoyo. Para mi hijo la dieta sensorial ha sido d emucha ayuda y esta integrada a su programa escolar. saludos!!!
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